jueves, 29 de noviembre de 2012

¿Estamos hechos para correr?



Cuando Pablo me comentó de hacer una entrada en su blog no sabía muy bien sobre qué escribir ya que el nivel de exigencia es alto! xD

Pero en fin, hoy os traigo un tema interesante que descubrí hace poco a partir del periodista y atleta Christopher McDougall en su libro Nacidos Para Correr que, aunque lo que cuenta en él puede resultar ficticio, es totalmente verídico y cierto. Este tipo era un corredor habitual, no despuntaba, era uno más entre los miles, millones, de runners de este planeta, y como tal, se lesionaba igual que nos lesionamos todos. En el libro cuenta como, a partir de una de estas lesiones, un médico le dice que sus rodillas y, las personas en general, no están hechas para correr. Hasta que descubre la existencia de una tribu que habita entre los desiertos y barrancos mexicanos, los tarahumaras.

42 kilómetros, la distancia de los dioses, la distancia que llevó a Filípides a la muerte al final de su viaje y que todos los runners soñamos con completar al menos una vez en nuestra vida, es un juego de niños para los tarahumara (también llamados rarámuris), ellos recorren cada día el doble, el triple de kilómetros, y lo hacen para sobrevivir, parece no costarles nada.

Nosotros estamos obsesionados con tener las mejores zapatillas, artilugios de última tecnología, plantillas, buscando  la amortiguación que nos haga parecer Neil Armstrong en la superficie lunar, calentándonos la cabeza en saber qué tipo de pisada tenemos o dejamos de tener, y para colmo, nos meten anuncios en la televisión con el ya famoso "tu qué eres, ¿pronador o supinador?", para que esa parte de la población, que vivía tranquila sin tener ni idea de qué significaban esas palabras, comience a preocuparse y piense que necesita urgentemente saberlo, no vaya a ser que se lesione...

Pero, ¿sabéis qué usan los tarahumaras? Nada, o como mucho, unas sandalias (huaraches) que ellos mismos se fabrican y se atan a la parte alta del tobillo. Y no se lesionan. Son capaces de correr cientos de kilometros al día con eso en los pies y no saben lo que es la fascitis plantar, ni la periostitis, ni tendinitis, ni... Nada.
¿Creéis que siguen algún plan de entrenamiento? Corren porque tienen que sobrevivir, si quieren ir de una aldea deben correr durante decenas de kilómetros. Para cazar algún animal lo persiguen hasta que mueren de agotamiento. Su dieta tiene como base el maíz, el pinole, poco más. Y en eso se basa la teoría de McDougall, en que mucho antes de que inventasen las armas, millones de años antes, ya cazábamos, y lo hacíamos así, corriendo. Es nuestro origen.

Siguiendo con el tema del libro, el periodista relata como se adentró en los barrancos de México gracias la ayuda de Micah True, aka Caballo Blanco. Aprendió parte de la cultura rarámuri, cómo vivían, qué comían. Apreciando cómo de sencillas eran sus vidas. Y juntos hicieron posible la mayor carrera de la historia, juntando a los mejores ultrafondistas del planeta, corriendo codo a codo con tarahumaras. La Ultra Maratón Barrancas del Cobre, de 100 millas. Y que McDougal completó, cuando un médico le había dichó unos cuantos meses atrás que sus rodillas no aguantarian, que no estaba hecho para correr.

El misterio de los tarahumaras sigue persistiendo hoy en día. Como dice Christopher, "quizá los tarahumaras solo hacen lo que nosotros hacíamos hace 2 millones de años, y seamos nosotros los que nos hemos salido del camino"

Aquí os dejo un fantástico vídeo de Christopher McDougall dando una conferencia sobre este tema, totalmente recomendada, además con subtítulos en español. Muy interesante:



Algo muy gracioso de la ponencia:
Creemos que Usain Bolt es rápido, cuando cualquier ardilla le ganaría! No somos rápidos.
No estamos hechos para correr rápido, sino para aguantar corriendo.
Como dato curioso, nombra a las zapatillas de correr, y que hasta hace bien poco provocaban más lesiones de las que prevenían. Por eso los tarahumaras no conocen ninguna de esas raras palabras de las que os hablaba antes, las lesiones han surgido en nuestra época.
Nosotros, todos, tenemos una forma natural de correr y para descubrirla solo tenemos que correr descalzos por el pasillo de nuestra casa. Y es cierto. Los niños pequeños tienen la técnica perfecta, pero a medida que vamos creciendo se nos olvida.

Parece que nos hemos olvidado de lo que es realmente correr, estamos obsesionados con los tiempos, con mejorar y mejorar, con ser más rápidos. Tenemos que olvidarnos de eso y disfrutar de lo que hacemos. Liberarnos.

Gracias Pablo por dejarme escribir en tu espacio :)
Espero que os haya gustado.

Pedro Moya

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