jueves, 18 de octubre de 2012

2012

Se apagan poco a poco las luces en la ciudad, y se abre en mi ordenador el reproductor de música, empieza a sonar ska-p y abro un periódico digital.

Esta vez mis ojos no pasarán por encima de los titulares sin más. De repente mis pupilas quedan clavadas en la siguiente noticia (por llamarla de una forma políticamente correcta) "El gobierno quiere prohibir que se graben las cargas policiales en las manifestaciones". La primera reacción es de rabia, de impotencia, pero después viene la calma al pensar que ningún tribunal en su sano juicio sería capaz de permitir semejante barbaridad digna de aparecer en algún capítulo de la obra de Orwell (1984).

Dejando de lado el tema concreto de la noticia que os he nombrado. No se si vosotros, al igual que yo os dais cuenta de la manera en que se transforman las ideas y los actos de las personas en épocas de crisis o necesidad como la que estamos sufriendo ahora mismo. Yo, gracias a unos padres a los que no han regalado nada y han conseguido salir adelante de una forma muy honrada , no paso necesidad alguna y quizá es gracias a esto por lo que puedo mirar esta situación desde un punto de vista más lejano.

Estamos viendo cada día en las noticias cómo cuando las cosas se tuercen los gobiernos suelen recurrir al sentimiento nacionalista. Y yo me pregunto...¿Será miedo a que en estos momentos la población mundial pudiera darse cuenta de que en realidad los culpables son los que nos culpan a nosotros? Pero claro, surge ese sentimiento nacionalista, ¿Para qué? Para culpar al prójimo de tus penas. Que para los griegos, los españoles, los italianos...la culpa no es más que de unos alemanes que se comportan como si fueran los dueños de nuestra tierra. Mientras que para los alemanes la culpa es de esos vagos del mediterráneo que no dan un palo al agua y que gastan el dinero que aportan como contribuyentes de la Unión Europea para tonterías. ¿Y los estadounidenses? ¡¡Ah!! sí, EEUU, la tierra de la libertad, de las oportunidades....Y UNA MIERDA, con perdón. La sociedad más sectaria y manipulable de la historia de la humanidad, lo siento pero no puedo envidiar el sentimiento nacionalista de una sociedad que se auto destruye con la ayuda de su gobierno.

Lo que no vemos es que esta reacción de culpar al prójimo no es una reacción debida a la meditación propia de los habitantes de estos países, si no de un adoctrinamiento de los medios de comunicación. Y por norma general los medios de comunicación los dominan quienes los dominan. Podéis llamarme conspiranoico si queréis, no seréis los primeros. Pero seré yo el que os tache de locos si os parece normal y de muy buen gusto que los grandes mandatarios del mundo, y no hablo del G-20, se reúnan anualmente sin que se deje entrar a ningún medio de comunicación ni se pueda saber de que se habla en estas reuniones. Se llama Club Bildelberg, podéis buscarlo que encontrareis información. En él se reúnen los grandes empresarios, políticos, lobbies muy poderosos, al fin y al cabo, los que gobiernan el mundo.

Ya os digo que podéis llamarme conspiranoico, pero como cada uno tiene su propia percepción de las cosas y yo tengo esta, para mi sería de locos pensar que somos completamente libres y que actuamos con total libertad cuando estamos influidos por un mundo del que no tenemos ni la más remota idea de como funciona en realidad.

Pues ha tocado hoy un discurso espeso, se que es algo difícil de digerir. Pero tampoco es oro todo lo que reluce, y puesto a expresar lo que siento, esta es una de mis inquietudes más contundentes que sacuden mi día a día. Cada uno tendremos nuestro punto de vista y sinceramente, ojalá yo estuviera equivocado.

Pablo Navarro Leante.