sábado, 14 de abril de 2012

La fuerza de un sentimiento

Son demasiados años de salir corriendo después de comer el arroz del día dos para ponerse el traje de san jorge e ir al refugio, donde poco a poco íbamos llegando la mayor parte de los integrantes de San Jorge para tomarnos nuestro primer brebaje vestidos con una cruz roja sobre el corazón que auguraba tres días de fuertes sentimientos. Ese sentimiento de que no podía ser que ya estuviésemos ahí otro año más se desvanecía cuando, desfilando hacia el pisábamos la arena de una cuesta con miles de pisadas en la arena de una carrera que había terminado pocas horas antes.

Demasiados años doblando por primera vez la esquina de la gran vía tras pasar por la plaza del arco y ver todas las tribunas llenas de gente esperando a que pases, con unas marchas cristianas que no se irán de tu cabeza hasta pasado unos meses.

Hoy me cae una lágrima mientras escucho Jéssica acostado en mi cama, esa marcha cristiana que hace ya casi un año nos llevaba por estrechas calles hacia el momento en que miles de almas miran desde el templete como un grupo de algo más que amigos diría yo, baja solemne cantando su himno. Perderme un día del cristiano como hoy me encoje el corazón, pero lo que me hace sentir un verdadero dolor es saber que este año la mayoría de los componentes que el año pasado bajaba esa cuesta orgulloso de pertenecer a los Caballeros de San Jorge de Alfama seremos esta vez los que desde abajo mirarán con orgullo y dolor como son aquellos que nos han enseñado a vivir el mundo de cristianos y moros los que bajan. Pero no dudo que en el momento en que lleguen abajo, todos los que sentimos esto le haremos el pasillo que siempre le hacemos.

Porque cuando llevas casi toda una vida creando un fuerte sentimiento compartido con las mismas personas, en el momento en que aquello que tantos momentos buenos te ha hecho pasar, sencillamente pasa delante de ti mientras estás sentado en una tribuna y te das cuenta de que tu no puedes unirte a ello, es imposible que el alma no te pida salir corriendo, coger una espada y unirte a ello como si de un año más se tratara.

Pero por suerte o por desgracia el tiempo pasa, y aunque quizá esos momentos se nos hagan eternos sabemos que volveremos, y si los infantes de San Jorge siempre han sido un grupo de alegría y celebración, imaginaros tras un año de insufrible abstinencia. No sólo volveremos, si no que volveremos para desatar ese sentimiento que durante este año se nos quedará guardado en el corazón, para convertir las lágrimas que este año serán de tristeza por no poder estar ahí en lágrimas de alegría por volver a vivir aquello a lo que nos une una vida entera de emoción y devoción.

Me despido esta vez con gran dolor pero a la vez con gran esperanza y con un corazón blanco y rojo que late al ritmo de nuestro himno.

¡VOLVEREMOS!

2 comentarios:

  1. Buen sentimiento y todo pasión. Vivir la vida con pasión es una de las principales cosas para ser feliz.
    Pero todo en la vida tiene el lado bueno y el lado malo y vivirlo todo esta dentro.
    Un saludo.

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    1. ¡Muchas gracias!, estoy contigo en eso de que todo tiene su lado bueno y el malo, pero la verdad es que normalmente siempre se guarda más y mejor el lado bueno, o por lo menos a mi me pasa. Muchas gracias por tu comentario.

      Un saludo

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