martes, 22 de mayo de 2012

Decisiones

Madrid, 6 y media de una fría mañana de mayo. Un joven muere atropellado cuando se dirigía a su puesto de trabajo por un Hyundai Coupe negro cuando él cruzaba por un paso de peatones sin mirar ni a un lado ni a otro, ensimismado en sus pensamientos. Del trágico accidente sólo quedarán las huellas de sangre derramada en el capó del coche, que días más tarde limpiarán para después pulir la superficie del mismo. La única huella que queda para siempre es la que tienen en el corazón los familiares del joven.

El conductor declara haber conducido bajo los efectos del alcohol, pero también bajo un fuerte trastorno psicológico, ya que esa misma noche había llegado su hija a casa con marcas en la piel de golpes que su novio le había dado, pero que ella decía merecer. Ante la incapacidad de convencer a su hija de que le contara toda la verdad y que fuese a denunciar al novio, el padre todo lo que hizo fue ir al bar de siempre, a beber las cervezas de siempre, sólo que esta vez no iban dirigidas a ocultar en lo más profundo de si la rabia y el miedo, si no para sacarlo todo junta y dirigirlo a la persona que tanto daño estaba haciendo a la persona que más quería.

El novio, a punta de pistola, confiesa que pegó a su hija, pero pide compasión al padre. Dice que él nunca había hecho nada parecido, que se sentía como una mierda por haberlo hecho, pero que ese día estaba fuera de si. Ese mismo día su hermana había sido víctima de acoso en la oficina donde trabajaba y tras enterarse él, la primera persona con la que se encontró fue su hija, con la que lo pagó todo. El joven jefe de su hermana le había dicho que de no hacer lo que él quería, a la mañana siguiente habría salido de su casa a las 6 y media como cada día, sólo que lo único diferente esta vez sería que que pensaría desde que saliera hasta su puesto de trabajo serían los motivos que iba a dar al presidente de la importante compañía para que no se tratase de un despido injustificado.

Por insignificantes que puedan parecer nuestras acciones traen consecuencias de una forma u otra, afectando a personas que ni siquiera conocemos. ¿Por qué tomarse la vida tan a la ligera? cada decisión es importante, disfrutemos de cada momento y seamos consecuentes.

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